Su mecanismo se ríe de ti, de todos nosotros. Hay que terminar con ellos, nos están contaminando con sus minutos, nos adormecen con sus cuartos, las horas nos ahogan. Créeme, tú eres pequeño y sabes menos de la vida, yo ya he pasado por muchas dictaduras de esferas y manillas que ahora estarán oxidadas.
¡Relojes, harpías del tiempo! ¡Relojes, harpías del tiempo!

domingo, 10 de abril de 2016

RESEÑA DE "RELOJES MUERTOS" EN "DE LIBROS Y LECTURAS"

RELOJES MUERTOS de Eva María Medina viene a demostrar que en una novela corta se puede llegar a conseguir mucho  más que en una de tropecientas páginas.

Relojes muertos es el título de un famoso cuadro de Salvador Dalí. El protagonista de la novela es Gonzalo y está loco. Y eso, la locura es el tema de esta novela. Un tema difícil que Eva ha resuelto poniéndose en el lugar de Gonzalo mediante la primera persona en la narración.

Gonzalo acaba de salir del hospital e intentará retomar su vida normal. El problema es saber qué es real y qué es inventado, qué es un sueño. 

La novela tiene dos partes bastante claras. En la primera de ella, Eva nos cuenta el proceso de la enfermedad de Gonzalo durante su estancia en el hospital. Su salida y su intento, más o menos acertado de vivir en el mundo real. Su intento por rehacer su vida con Ángela, a la que conoce en el hospital por medio de un amigo. 

En la segunda parte Gonzalo vive más en un mundo onírico, confundiendo ambos mundos. El camino de la locura se hace más notorio, igual que su declive hacia el deterioro. El tiempo parece detenerse a lo largo de la narración, como si estuviera muerto. El mundo agobiante de Gonzalo, su confusión, su obsesión por Sara, de quien no sabemos nada , su búsqueda constante del tiempo pasado. Los personajes son complejos y muy humanos, todos ellos con su tragedia personal a cuestas intentando sobrevivir en un mundo que no acaban de comprender.

La narración es ágil, sin artificios, con frases cortas que proporciona mucha velocidad a la lectura y te hace entrar de lleno en la mente irreal de Gonzalo. Eso no quiere decir que la narración sea dura y extrema. Hay fragmentos líricos y descripciones hermosas. 

Para ser su primera novela, Eva María Medina demuestra que sabe perfectamente cómo manejarse en la literatura.